Orejero italiano de los años 50 de singular diseño del que disponíamos dos piezas.
Una pieza la tapizamos en antelina morada con vivo, también en antelina negra.
La otra pieza, la realizamos a petición de la clienta tapizando y acolchando la base, sin almohadón y quedando los brazos en una posición mucho más elevados.
3 comentarios:
Hola ;)
Una pieza de museo... aunque presiento un pelín incómodo por la separación del respaldo, ¿probaste la sentada?, yo no me podría haber reprimido, jeje...
Un saludo, Tapestry.
Los rigurosos controles de calidad a los que sometemos a nuestras piezas, y aunque suene soez, son testados por nuestros exigentes culos. No obstantes, nuestros reputados riñones demandaron una riñonera, de regalo para el cliente satisfecho.
Jeje... el mejor test que existe: la culada ;)
... con la riñonera seguro que pasó la dura prueba de la siesta ;)
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